Querido estómago:
Perdón por todas esas mariposas que han estado en ti, que han venido y se han ido repentinamente, perdón por esa sensación de adrenalina que sentía al verte y por todas esas veces que he dejado de sentir por momentos, perdón por esas olas de calor que no podía evitar cuando él me rozaba, y esas olas de frío cuando él me faltaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario